viernes, 23 de septiembre de 2011

SOL Y SOMBRA: MANIFESTACIONES DE LA VANGUARDIA MEXICANA

El Antiguo Colegio de San Ildefonso presenta en esta ocasión, como parte de la muestra de fotoseptiembre, una retrospectiva de la fotografía moderna mexicana, que toma como muestra representativa, las lentes de tres fotógrafos que figuran en la escena tanto nacional como internacional: Luis Márquez, Agustín Jiménez,  y Manuel Álvarez Bravo.

Caracterizada  por incorporar al universo visual elementos y objetos que anteriormente no interesaban a los artistas, o por reinterpretar géneros tradicionales ya tratados por la fotografía, como el retrato, el paisaje, la arquitectura, los tipos populares, las luchas sociales y la vida cotidiana”, tal como se explica en la exposición,  la vanguardia en el país fue resultado de un proceso de resignificación sobre el concepto de lo “mexicano”.

Las imágenes  que componen la muestra de estos fotógrafos (clave en la historia de la fotografía mexicana) ponen en práctica desde los años 30, a inicios del periodo posrevolucionario, los mismos conceptos que serían aplicados para la producción artística mexicana  en los años 60 con el movimiento denominado La ruptura.

Ambos movimientos, tanto la fotografía moderna de Bravo, Jiménez y Márquez como La ruptura) forman parte de periodos en que se redefine el concepto del arte mexicano y lo que se busca representar como tal.

 La ruptura es el inicio del arte abstracto en México, durante esta etapa se pretende dejar atrás lo figurativo reflejado en escenas de la vida cotidiana y lo que entendía el imaginario colectivo como lo “mexicano” (nopales, indígenas, fuerza de trabajo, un águila) impulsado por pintores como Diego Rivera y José Clemente Orozco, para dar paso a una nueva perspectiva de México frente al mundo. La ruptura no niega estos símbolos, pero propone una nueva forma de apreciar el orgullo nacional, principalmente a través del uso del color.

Por su parte la vanguardia fotográfica mexicana fue resultado de un proceso de búsqueda sobre el significado y las implicaciones de ser mexicano, y formar parte de una compleja y diversa sociedad en términos culturales. En el inicio de la exposición se aprecian imágenes de elementos clave mexicanos como el maguey y personajes indígenas; sin embargo, la revolución estética y representativa se percibe conforme las imágenes avanzan.

Tanto Manuel Álvarez Bravo, Agustín Jiménez y Juan Márquez tuvieron contacto temprano con nuevas tendencias provenientes del exterior, debido a su relación con fotógrafos como Edward Weston, Tina Modotti, Sergei Eisenstein, Paul Strand, Henri Cartier-Bresson, todos ellos extranjeros que transitaron por México. El resultado de estas relaciones fue la posibilidad de descubrir formas innovadores de transmitir a través de la imagen, los valores estéticos mexicanos.

Al final de su producción cada uno de estos fotógrafos logró manifestar lo que la pintura (con el movimiento de ruptura) tardó otros 20 años en representar, esto es, el significado de la cultura mexicana en objetos y composiciones que poseen características claves de la abstracción, lo que permite a las fotografías de la modernidad mexicana, traspasar los límites de lo nacional y colarse en el ámbito artístico internacional,  llevando más allá de nuestras fronteras una mirada resignificada del país. 

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